Gelatina de fresas y crema de queso (sin gluten, sin huevo)
Estoy en modo fresas ON y ¡lo que me queda hasta que termine la temporada!
Están en plena temporada y podéis encontrarlas bien maduras ya y a buen precio.
Yo ya estoy aprovechando a comprar para congelaras, tanto enteras como trituradas, para las épocas de escasez, jajaja…
La última temporada casi me duraron la reservas hasta la de este año, debí hacer buen acopio porque mira que las uso en batidos, smoothiebowls y postres.
Hoy vengo con un postre facilísimo, vistoso y riquísimo.
Una fresquita gelatina con fresas naturales y una deliciosa crema de queso.
Presentada en vasitos individuales es un postre perfecto para terminar una buena comida con amigos.
Vamos allá con la receta
Ingredientes (para 6 vasitos):
• 1 paquete de gelatina de fresa
• Unas 12- 15 fresas
• 125 g de nata
• 125 g de queso crema
• 60 g de azúcar glas
Elaboración:
Preparamos la gelatina según las instrucciones del paquete, que viene siendo poner agua en un cazo, llevar a ebullicón, añadir la gelatina, bajar el fuego, revolver unos minutos hasta que se disuelva bien y listo.
Lavamos las fresas y cortamos unas 5-6 en láminas.
Reservamos el resto.
Ahora viene lo más complicado de la receta que es tan fácil como esto
Cogemos los vasitos donde vamos a servir nuestra gelatina y los colocamos en algún molde que tengamos con cavidades, en las que los vasos nos queden inclinados.
Yo he usado un molde para cupcakes y me he puesto un poco de papel de cocina en los huecos.
Vertemos la gelatina en los vasos, llenándolos sólo hasta la mitad y dejamos que cuaje un poco la gelatina.
Colocamos las rodajas de las fresas encima de la gelatina formando una capa y dejamos que la gelatina cuaje hasta que esté bien firme.
Para preparar la crema de queso:
Batimos el queso un poco, hasta que esté cremoso.
Añadimos el azúcar glas y batimos hasta que esté integrado.
Agregamos la nata, muy fría, y lo batimos todo a velocidad alta hasta que monte, con cuidado de no pasarnos.
Cuando la gelatina esté lista, añadimos la crema de queso encima llenando el vaso y decoramos con una fresa encima.
Reservamos en la nevera hasta la hora de servir para que esté bien fresquito.
Listo y ¡a disfrutar!
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