Naranjas confitadas (sin gluten, sin lácteos, sin huevo)

¿A qué huele la Navidad?
Para mi el aroma característico de estas fechas es a naranja y canela.

Me encanta hacer recetas con estos ingredientes y que se impregne cada rinconcito de este delicioso olor.

Así que hoy os voy a dejar una de las recetas con las que podéis llenar vuestra casa de aroma y sabor navideño.

Naranjas confitadas

Las naranjas confitadas son una receta de las de toda la vida y de lo más sencillo que os podéis imaginar, no tienen ningún secreto.

Es una receta que da muchísimo juego ya que las podemos utilizar para infinidad de platos, desde roscones, bizcochos, en ensalada, hasta para acompañar una carne o hacer una vinagreta.

Cuando las hago suelo preparar bastantes para poder ir utilizándolas cuando las necesito. Se conservan estupendamente en su propio almíbar, secas o incluso congeladas.

Esta receta no os sirve sólo para naranjas, podemos confitar también otros cítricos, que los tenemos ahora de temporada.

Vamos al lío.

Ingredientes:

• 3 naranjas medianas o pomelos, ó 6 mandarinas o limones.
• 1 cucharada de sal.
• 400 g azúcar.
• 200 g agua.
• 1 rama de canela (opcional)

Elaboración:

Lavamos muy bien la fruta elegida, con agua fría debajo del grifo y un cepillo con el que frotaremos la piel.

Las secamos con un trapo.

Cortamos los extremos de las naranjas y las cortamos en rodajas finas con cuidado de no romper la pulpa ni estrujarlas. Un buen cuchillo afilado será imprescindible.

Rodajas de naranjas

Ponemos al fuego una cazuela con agua fría, una cucharada de sal y las rodajas.

Dejamos que den un hervor de unos 5 minutos, quitamos del fuego y escurrimos las naranjas en un colador.

Este proceso es para quitar impurezas y el amargor de la piel de la naranja. Podéis repetirlo hasta tres veces, para que queden menos amargas, según os gusten. Yo sólo lo hago una vez.

Echamos en la cazuela el agua, el azúcar y la rama de canela si queréis, añadimos las rodajas de naranja y dejamos que se hagan, a fuego lento, entre 50 minutos y una hora.
Id moviendo el cazo de vez en cuando, sin tocar las naranjas para que no pierdan la forma.

Naranjas agua azúcar

Cuando haya transcurrido el tiempo, las sacamos a una rejilla para que se sequen.

Para conservarlas tenemos distintas opciones:

– Podemos guardarlas sin secar, metidas en un bote de cristal dentro del almíbar que nos ha salido de prepararlas. Nos aguantarán mucho tiempo en al nevera.
– Después de secarlas, podemos conservarlas una semana aproximadamente, en un tarro de cristal en la nevera.
– Después de escurridas un poquito podemos envolver en papel transparente, una a una, y congelarlas. Sólo habrá que sacarlas unas horas antes de ir a usarlas y dejar descongelar a temperatura ambiente sobre una rejilla.

Como os decía, una vez preparadas, las tenemos listas para utilizar en mil y una recetas. Os iré poniendo alguna de ellas ¿alguna petición?

4 comments

  • 15 diciembre, 2014 a las 17:39 // Responder

    Yo tengo una petición. …probaaaarlaaaasssssssss. ..jejjejej

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