Pasta con champiñones (con o sin gluten, sin huevo)
Me gusta el otoño.
Sí ya sé, voy contra corriente, casi siempre, lo sé, lo sé, que le voy hacer, así somos.
Todo el mundo triste porque se acaba el verantio y el calorcito, y yo deseando que llegue el otoño, el fresquito, las lluvias, el color de las hojas cayendo y su ruido al pisarlas, las setas, las castañas, las frutas de otoño,…
Como todo el mundo está intentando volver a la normalidad (coles, trabajos, horarios, rutinas,…) y no morir en el intento, hoy os dejo una receta de pasta tan tan fácil, que hasta a el más novato en la cocina le saldrá de maravilla.
La pasta, ese ingrediente tan versátil que admite todo tipo de ingredientes y que se puede tomar calentita o una ensalada.
Hoy la preparamos con uno de los ingredientes que empieza a estar de temporada, las setas, champiñones en este caso.
Un plato que está preparado en quince minutos y que os saldrá perfecto siempre, el único truqui aquí, el de siempre, buenos ingredientes.
Ingredientes para 4 personas
• 320 g de pasta con o sin gluten, según necesitéis, y del tipo que más os guste.
• 3 cebolletas frescas
• 1/2 puerro
• 350 gr de champiñones, u otro hongo al gusto
• Sal y pimienta
• AOVE (aceite de oliva virgen extra)
• 500 ml de nata para cocinar
• Unos 50 g de queso raclette
• Un poco de orégano
Elaboración:
Cocemos la pasta en abundante agua con sal. Seguid las instrucciones de la marca y dejadla siempre al dente, está mucho mejor.
Retiramos del fuego y escurrimos bien. La pasta no se enjuaga.
Picamos las cebolletas en trocitos pequeñitos y el puerro en rodajas finas.
En una sartén, grandecita, ponemos el AOVE y añadimos la cebolleta y el puerro. Lo ponemos a fuego lento para que se haga lentamente y en vez de sofreirse se quede como caramelizado.
Limpiamos los champiñones y los cortamos en láminas o en cuartos, como prefiráis.
Los añadimos a la sartén con las verduras y dejamos que se hagan unos minutos.
Ponemos un cazo al fuego con la nata, salpimentamos y cuando empiece a hervir, añadimos el queso y removemos.
Dejamos cocer unos minutos la salsa para que coja textura.
Retiramos del fuego.
En una cazuela grande ponemos la pasta, añadimos el sofrito y la nata y mezclamos con cuidado.
Espolvoreamos con orégano al gusto y probamos de sal por por si hubiera que rectificar.
Listo y ¡a disfrutar!