Pastel helado de fresas (sin gluten, sin huevo)
Las fresas son mi fruta favorita así que, en cuanto llega la temporada no paro de comerlas, ¡de todas las maneras posibles!, solas, maceradas con azúcar, con zumo de naranja, con nata, en batidos, tartas…
La pena es que sólo podemos disfrutarlas de marzo a mayo, así que en casa, durante esos meses, hay fresas casi todos los días. Cuando ya está terminando la temporada aprovecho a comprar cajas y cajas (sí, ¡por cajas!) y congelo, así tengo una pequeña reserva para un poco más de tiempo.
Y es que no sólo están buenísimas, además tienen muchas propiedades nutricionales:
- Poseen más cantidad de vitamina C que muchos cítricos.
- Vienen muy bien para mantener la línea, ya que el 85% de su composición es agua y su aporte calórico es sólo de 37 calorías por 100 gramos. ¡Lo que engorda es todo lo demás con lo que las acompañamos!
- Contienen vitamina A, vitamina E y menores cantidades de otras vitaminas como las B1, B2, B3 y B6.
- Entre sus minerales, las fresas aportan potasio y magnesio, aunque también hierro, fósforo, yodo y calcio.
- También son un buen aporte de fibra.
- Y no nos podemos olvidar de la importante cantidad de ácido fólico que tienen: una sexta parte de la cantidad diaria recomendada por cada 200 gramos.
Ayer creo que compré la última caja de la temporada y aproveché para preparar un pastel. Es como un semifrío (del italiano semifreddo), que es un postre semi helado, con una textura de espuma helada que se suele hacer uniendo dos partes iguales de helado y nata montada. Pero en este caso, en vez de helado, he utilizado queso.
Ingredientes:
• 500 g de fresas
• 200 g de azúcar
• Zumo de medio limón
• 9 hojas de gelatina
• 400 g de nata para montar
• 250 g de queso mascarpone
Elaboración:
Yo lo he preparado con la Thermomix, pero se puede hacer perfectamente sin ella, os pongo las dos formas:
Sin Thermomix:
Hidratamos las hojas de gelatina en un bol con agua fría durante unos cinco minutos, las sacamos y las ponemos a escurrir.
En el recipiente de la batidora o el vaso del robot de cocina que uséis para triturar/picar ponemos las fresas, el azúcar y el zumo de limón y lo trituramos todo hasta que no queden trozos de fresas.
Pasamos la mezcla a un cazo y lo ponemos a fuego medio unos 20 minutos sin dejar de remover con una cuchara.
Retiramos el cazo del fuego y añadimos las hojas de gelatina, revolvemos bien hasta que la gelatina se haya integrado con la mezcla completamente.
Tenemos que dejar enfriar la mezcla a temperatura ambiente. Una vez esté fría, montamos la nata, la incorporamos al cazo junto con el queso y batimos hasta que esté todo bien unido.
Echamos nuestra mezcla en el molde que vayamos a usar y la dejamos cuajar. En esta ocasión he utilizado unos moldes individuales, tipo flaneras, y sale como para doce pasteles.
Yo lo pongo en el congelador y en unas 3 horas está listo, también lo podéis dejar en la nevera pero tardará más en cuajar, como el doble de tiempo.
Para decorar, pues lo que más os guste, fresas, frutas del bosque, salsa de fresas, siropes,…
Con Thermomix:
Hidratamos las hojas de gelatina en un bol con agua fría durante unos cinco minutos, las sacamos y las ponemos a escurrir.
Mientras ponemos en el vaso las fresas, el azúcar y el zumo de limón y lo trituramos todo 5 segundos a velocidad 5. Una vez triturado, programamos 10 minutos, temperatura 100º y velocidad 3.
Añadimos al vaso las hojas de gelatina y las mezclamos durante 30 segundos a velocidad 4.
Dejamos enfriar la mezcla a temperatura ambiente. Una vez esté fría, montamos la nata y la incorporamos al vaso junto con el queso y mezclamos unos 14 segundos a velocidad 5.
Echamos la mezcla en el molde que vayamos a usar, la dejamos cuajar y decoramos al tiempo de servir.
Bea
9 junio, 2012 a las 23:31 //
Este es el que hiciste para el día que estuvimos por Madrid, no? 😀 Buenísimo!
Virginia
11 junio, 2012 a las 9:40 //
Sí! Ese es. Me alegro que os gustase! Ahora a probar a hacerlo vosotros 😉