Una curiosa tarta de bautizo
Cuando se tiene un hijo hay que empezar a compartir todo lo tuyo con él, no sólo aquello que sabes que es lógico, como un ladito del sofá, sino cosas que nunca pensaste que compartirías con nadie, como la taza del váter (a la vez).
La situación se complica cuando ya son dos hijos o más los que tienes, porque ya no sólo te toca compartir a ti con ellos, sino que también hay que enseñarlos a no ser egoístas entre ellos y no siempre es tarea fácil.
La semana pasada nos tocó ayudar a unos padres en estas lindes, aparecieron por la tienda para pedirnos una tarta para el bautizo del hijo pequeño, que se lleva unos años con el mayor.
Además de lo complicado que resulta elegir una tarta entre tantas temáticas, también querían hacer algo que le gustase al primogénito, porque claro, el protagonismo era del segundo, pero éste suerte tendrían si estaba despierto la cuarta parte del tiempo que durase la celebración.
Así que se nos ocurrió que la tarta podría tener dos ambientes, uno para cada hijo.
Al mayor le gusta Cars
Y al pequeño lo que más le gusta es la leche, pero claro, una vaca desentonaría en una pista de carreras, así que habría que estrujarse el coco un poco más.
Tras mucho pulir las ideas, se nos encendió la bombilla.
El resultado fue una curiosa tarta donde se recogía el deseo de los padres y los niños, y un buen ejemplo para que los niños aprendiesen que aunque uno de ellos sea el protagonista, siempre queda un hueco, muy especial, para su hermano.
juana
1 julio, 2013 a las 20:54 //
es realmente ermosa e ingeniosa se ve preciosa los felicito
El Horno de Lucía
3 julio, 2013 a las 9:24 //
Muchas gracias Juana. A los padres les encantó y al hermanito de Raúl también! Qué al final iba a ser quien más la disfrutase.
Saludos!